La trenza favorece a todo tipo de rostros. Solo hay que tener en cuenta las facciones, aportando con la trenza al rostro lo que necesite: anchura con pelitos despeinados a los lados, largura con volumen en la parte de arriba…Y, además, admite muchas declinaciones. ¡Se puede hacer de tantas formas….De lado, diadema, en moño…Para looks despeinados, no es necesario peinar el cabello antes de hacer la trenza.
Si a este catálogo de bondades unimos el ahínco y la creatividad con la que los grandes gurús la reinventan en el backstage, tendremos versiones más sensuales y deshechas y parece inevitable hablar de las trenzas como ese recurso infalible que reinterpretará por completo un look de día en uno sofisticado y sensual de noche (con permiso del rouge, otro gesto imprescindible para crear un look afterwork sin pasar por casa).
Fuente: vogue
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